En el año 2004, un grupo de padres y madres de Axular Lizeoa (Donostia) creó GERO, con la intención de avanzar un poco más en el ámbito de la euskal dantza. El grupo es consciente de que el objetivo no debe ser únicamente guardar y cuidar de nuestra cultura, sino trabajarla y dar pasos hacia adelante. Fruto de ello son los ocho espectáculos originales que hemos puesto en marcha hasta ahora: Sasi artean, Lamien basoa, Talaia, Xereta, Argizaiola, Itzal galdua, Agorrila e Higa. Han sido creados para actualizar nuestros bailes, adornándolos con otras músicas, pintándolos con luces y mimándolos con técnicas e instrumentos actuales, logrando así unas obras atractivas, modernas y emocionantes.
Hasta la fecha hemos participado en 44 festivales y ofrecido más de 200 actuaciones (entre otros en Francia, Bélgica, Italia, Portugal, Alemania, Hungría, Polonia, Escocia, Serbia, Croacia, Dinamarca y Eslovenia). Y no solo en festivales, también hemos participado en concursos de baile: por una parte, en 2011, estuvimos en Llangollen (Gales), y ganamos dos primeros premios en las categorías de grupo de bailes tradicionales y solistas; por otra parte, en 2015 bailamos en Grozni (Rusia), y obtuvimos el premio especial del Ministerio de Cultura de Chechenia.
No obstante, GERO no se limita a desarrollar espectáculos y actividades para el público en general, o a participar en actos públicos y privados. GERO está constituido por una comunidad de dantzaris, músicos, familias y personas colaboradoras que trabajan la cultura y los valores cívicos y sociales desde la base.
En GERO, además de aprender a bailar y a valorar nuestro acervo cultural, se trabaja la conciencia cultural en sentido amplio, con la puesta en valor de nuestra historia, patrimonio, rituales, valores y visión del mundo, pero valorando igualmente otras culturas, músicas, bailes, costumbres y puntos de vista. En GERO se trabaja la sensibilidad hacia las artes en general, y las artes populares en particular; el interés por la historia; la apreciación de las indumentarias y trajes; la reflexión sobre el papel de la cultura tradicional en el mundo contemporáneo, etc.
Todo ello se hace desde una aproximación plural e inclusiva, huyendo de sesgos, y contextualizando la actividad en las preocupaciones y necesidades del mundo moderno: la igualdad de género y oportunidades; la convivencia y relación entre personas de diferente origen, perfil y edad ; la inclusión de personas con necesidades especiales, etc.
Una de las líneas de trabajo que ha caracterizado la vocación de GERO es la de su compromiso con las personas afectadas de lo que se denominan “enfermedades raras” y sus familias. O la colaboración con agentes que trabajan con colectivos en riesgo de exclusión social o socialmente excluidos.